Llamamos Hiperhidrosis al exceso de sudoración que puede aparecer en axilas, palmas de las manos, plantas de los pies y que, en muchos casos, provoca limitaciones y complejos a la hora de establecer relaciones tanto laborales, sociales y personales.
En este caso la toxina botulínica inhibe la secreción de las glándulas sudoríparas que secretan excesivo sudor.
Se trata de una herramienta segura y eficaz, que mejora notablemente la calidad de vida de las personas afectadas por hiperhidrosis localizadas resistentes a otras terapias.
Previo al tratamiento aplicamos anestesia tópica para asegurar el confort del paciente durante el tratamiento.
A pesar de que parece ser que la eficacia no disminuye, la duración del efecto se alarga si el paciente se somete a la técnica varias veces. La mayoría de pacientes requieren uno o dos tratamientos al año.
Se pueden apreciar los resultados a partir del segundo o tercer día del tratamiento, alcanzándose la máxima respuesta a los 7-14 días aproximadamente.
El tratamiento tiene pocas complicaciones, puede aparecer algún hematoma por las infiltraciones que desaparecen en 2-3 días.
El paciente puede incorporarse a sus actividades inmediatamente después del tratamiento.